27 de mayo 2010
Fue tan jocoso y al mismo tiempo provocaba colera, el ver que me entregaban una pinta de sangre para una cirujía de mi papa (de la cual salió muy bien) en un plato de comida, como si fuera un pica pollo.
Solo me quedaba mirando en la puerta de salida cómo salía la gente con su plato blanco, como si fueran saliendo de algún restaurante con la comida del día.
Es increible cómo funciona el sistema de salud en nuestro país, pues al recibir una sangre así, o llevabas bulto con un poco de hielo, o sales corriendo para el hospital para que no se dañe el contenido de la bolsa dentro del plato plástico.
Lastima me dió el ver gente esperando sangre para una operación que estaba en curso. Tambien fue penoso para mi llevar la sangre que correría por el cuepo de mi padre dentro de un plato de pica pollo.
Al ver estas cosas uno se da cuenta por qué el dominicano es tan hábil para sobrevivir, y tan ingenioso para salir de los problemas. Y es que vivir en la República Dominicana es un entrenamiento intensivo de superviviencia
Aún así es sabido que la Curz Roja Dominicana es una de las instituciones que mejor funciona en el país, a pesar de esta forma de servicio siempre tienen sangre de todo tipo disponible.
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