Bienvenidos a El Pavito

Este es un espacio dedicado a exteriorizar las curiosidades y novedades de la vida cotidiana. Encontraras criticas politicas, conservacionistas, globales y personales, entre otras cosas, a partir de imagenes captadas por el creador en su cotidianidad.
Espero les guste y sea un aporte a la concientizacion ciudadana.

jueves, 23 de junio de 2011

¿A ningun lado?



Impotencia es el sentimiento que llena el alma del pueblo dominicano al ver los desorbitantes abusos a los que está siendo sometido. Sumándole la ira y la rabia, son grandes detonantes de revoluciones en los países cuando las masas son abusadas.

La gran pregunta es, ¿qué le pasa al pueblo dominicano que aun no reacciona y se deja pisotear de la manera más descarada posibles por un gobernante que se ha llegado a creer que este país es una parcela de su propiedad?

Como joven puedo pensar en las posibles causas. Generalmente los estallidos sociales son creados y organizados por mentes jóvenes, de consciencia crítica, despierta y con sentido de justicia social. Estas mentes que tienen actitudes de liderazgo logran organizar masas y alzan su voz para ser escuchados. La mayor causa de este abuso es la no existencia de mentes como estas en la sociedad dominicana.
 
La juventud estamos siendo bombardeados por millones de actividades, dispositivos y distracciones que llevan nuestra mente a pensar en lo que sea menos en lo problemas sociales. De eso se trata el capitalismo yanqui.

Es así como muchas veces me siento que, la incomodidad de lo dura que esta la situación, es olvidado cuando llega algún evento o alguna nueva tecnología de lo que todos hablan. Y es justamente esto es lo que hace a la juventud enfocarse en producir dinero de cualquier manera, tan solo para poder experimentar estas actividades. ¿Pero donde dejamos la preparación? ¿En qué parte de trabajar por un salario, ir a un bonche o comprarse el último modelo de celular, dejamos el desarrollo de nuestra consciencia crítica y social?

La sociedad consumista, que lleva a individuos egoístas, es lo que nuestro presidente actual ha logrado implantar en nuestro país para lograr que las masas jóvenes no pensemos en mas nada que lo mencionado arriba. 

La clase media es la más golpeada por los PAQUETAZOS que manda el gobierno y que son aprobados en primera lectura en el congreso. Más recaudaciones para terminar de robar lo más que puedan antes de que termine el periodo gubernamental. Todos sabemos esto mas no hacemos nada. ¿Por qué? 

Tenemos miedo de perder lo que tenemos y hemos logrado trabajando duro. Es una forma de pensar común de - ¿qué puedo hacer yo solo?-

Nos sentamos a esperar que otros decidan el destino de la tierra en que vivimos y no hacemos nada más que quejarnos. Actuar es la solución, por mi parte inicio una convocatoria revolucionaria para atacar este sistema capitalista que consume a cenizas la consciencia crítica de la juventud dominicana. Por mi parte, publico este artículo para dejar a conocimiento público mi forma de pensar. Y sé que existen más como yo, solo tenemos que organizarnos.

Protesta a reclamar lo que es del pueblo, para detener el abuso que cometen los gobernantes, para asegurar un futuro prometedor a los que vienen detrás. Eleva tus sentimientos patrios y el amor a tu país, y encontraras razones para salir a las calles a protestar. No permitamos que nos exploten, el poder no está en manos de esos viles ladrones de cuello blanco, está en las manos del pueblo.

Yo amo a mi país, algo que dudo haga nuestro presidente, y es por eso que seguiré alzando mi voz hasta lograr justicia social. 

No permitamos que las cosas sigan igual, y es que, si continuamos nuestro modo de vida sin prestar atención a nada, no llegaremos a ningún lado.

Siempre que veamos alguna actividad civil de protesta por la justicia social ofrezcamos nuestro apoyo y presencia, no solo veamos eso en la televisión para entonces esperar a que pase algo. Actuemos, tomemos las riendas de nuestro destino y esforcémonos por tener un país mejor.

viernes, 10 de junio de 2011

Insignificantes


A menudo suelo transitar por el Malecón desde Manresa hasta la Zona Colonial, una de esas tantas veces iba pensativo y mirando el gran paisaje que nos ofrece uno de los malecones más hermosos del Caribe. Ese día iba con muchas cosas y problemas en la mente, tantas cosas que deseo y metas por lograr, lo cual a menudo me pone ansioso y al mismo tiempo cierta depresión me invade al no tener esas cosas aun.

Pero al mirar mas allá de esa acera, de esos banco y del mar que queda a la vista me di cuenta de lo gigantesco que es el planeta donde vivimos y la cantidad de personas, así como tú o como yo, que habitan en el. Pensé en la cantidad de veces que una historia como la mía habría de repetirse con tal cantidad de posibilidades, las estadísticas no mienten,  y definitivamente las emociones y las frustraciones que me abruman son apenas una mínima cosa cuando comparamos con la inmensidad del mundo. -No soy el único que pasa por situaciones específicas- me digo a mi mismo. 

Así también recuerdo el día de mi graduación de la universidad, iba manejando de la misma manera, mirando la inmensidad de ese mar que tenemos, y dentro de la emoción y el orgullo de ya graduarme, me llega la idea de no sentirme especial pues son cosas que pasan infinidad de veces en el mundo. Lógicamente ese análisis lo deje atrás y disfrute de ese gran momento triunfal como cualquiera hubiera hecho.

Aun así nunca he olvidado esa sensación de insignificancia extrema ante la cantidad de personas que existen en el planeta. Las historias familiares, las peleas, los momentos especiales, los fracasos, los triunfos, son hechos genéricos que ocurren en la vida de los 7 mil millones de personas alrededor del mundo.

Entonces, ¿qué tan importante es lo que hagamos y para quienes? ¿Por qué es tan indispensable esforzarse tanto para lograr cosas que al final solo importan a unos cuantos?

Y para que veas lo insignificante que somos, esta misma analogía que estoy anotando acá ya seguramente ha sido pensada y escrita tantas veces que no me hace especial del todo comentar esto. Más aun el hecho de sentirme bien conmigo mismo le da sentido a lo que sea que yo haga.

Y de ahí viene la respuesta a las preguntas de más arriba, sea lo que sea que hagamos habrá de ser importante pues lo estamos haciendo para nosotros mismos. El deseo de ser mejor, el impulso natural que tenemos de crecer y no quedarnos estancados es lo que nos mueve a hacer tantas cosas en nuestra vida cotidiana. El hecho de pensar en grande nos hace grandes y si cada uno de los 7 mil millones de habitantes tuviese la oportunidad de ser grande creo que el futuro sería muy diferente.

Y justamente ese raciocinio de pensar a grandes escalas es lo que nos hará tener una conciencia crítica de cómo deben de ser las cosas. Tengamos en mente que cada cosa buena o mala que hacemos se repite cientos de miles de veces en el planeta, de ahí sale el refrán –si cada quien pusiera un solo granito de arena se lograrían grandes cosas-. Si quieres ser la diferencia procura no hacer esas cosas incorrectas. 

Y continúo pensando. Al lograr algo que queremos, aunque sea algo que ya millones de personas hayan logrado, sentimos la felicidad inmensa que produce el orgullo propio. Y es donde analizo el sentido de la vida. Simplemente estamos aquí para ser felices, nada más ni nada menos, la misma Biblia hace mención a esto. Yo mismo veo nuestra existencia en el mundo como la búsqueda constante de ser felices, ya sea dinero, amor o éxito, es una sed constante de tener y tener para ser felices. Y justamente mi madre me lo comento hace unos días cuando me sentía mal de salud debido al estrés de trabajo y demás, -no es bueno afanar tanto con las cosas pues al final todo encaja, hay que aprender a tomar las cosas más a la ligera para aguantar la agitada vida moderna-.

Es por eso que desde ahora he decidido fielmente no darle tanta importancia a las deudas, al final se pagan de una u otra manera, en mis días libres dejar el trabajo en su lugar y botar el golpe de alguna manera, dejar de sufrir por lo que no tengo y gozarme lo que si tengo. 

Al final todo se entrelaza, la sensación de insignificancia ante lo grande que es el mundo nos hace ver las cosas más a la ligera y con menos importancia, procuremos aplicar eso a lo negativo de la vida para que al final disfrutemos correctamente del invaluable tiempo que pasamos en este mundo. VIVE!