1. En las tres primeras páginas Leonel repite tres veces que la reforma fiscal fue el resultado de consultas, diálogos y un esfuerzo de concertación. Y como prueba de ello se refiere a la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, donde se habla de un pacto fiscal. Pero resulta que el pueblo no conoció esa estrategia y no ha participado en un pacto fiscal. Es extraño que Leonel hable de pacto fiscal, cuando lo que hay es un programa de medidas aprobado por el Congreso. La mayoría de partidos y fuerzas sociales no discutieron esas medidas con el gobierno ni las respaldan. No niego que un gobierno tiene derecho a aprobar y aplicar medidas fiscales, pero Leonel no debió decir que hubo un pacto. El ex mandatario intenta enredar para colar sus ideas.
2. 1.
Leonel afirma que el FMI dijo en diciembre de 2011
“que era necesario implementar medidas de ajuste equivalente al 3.5 por ciento
del PIB”. Claro, el FMI sugirió reducir el déficit fiscal para que el gobierno
pagara su deuda. En eso consiste su trabajo. Pero eso no significa que el FMI
sugiriera un paquete de impuestos, sino que había que reducir el déficit fiscal
en un monto equivalente al 3.5% del PIB, lo que igualmente puede hacerse
recortando gastos (recorte de empleo y salarios, eliminación de subsidios,
etc.), como también suele sugerir el FMI. De manera que Leonel hace otro enredo
al tratar de justificar las medidas fiscales a partir de lo dicho por el FMI, cuya
opinión, además, no es la del pueblo.
3. Leonel también destaca el compromiso del CONEP de
trabajar con el gobierno en una reforma fiscal. Pero hacer lo que el CONEP
sugiere no significa acordar un pacto fiscal, porque el CONEP solo representa a
un sector de la sociedad. Leonel no cita la opinión de algún sindicato,
organización campesina, comunal, de pequeños empresarios. Nada de eso. Para él,
el pacto fiscal “venía debatiéndose en el país”, porque el FMI sugirió recortar
el déficit fiscal y el CONEP se comprometió a apoyar al gobierno. ¡Tremendos
argumentos!
4. Después de esas tres premisas falsas, viene la
justificación del paquete. Es increíble. ¿Y para quién habló Leonel? Creo que
su opinión del pueblo es muy negativa. Pero como toda maniobra siempre tiene
límites, el mismo Leonel se dio un autogolpe cuando dijo esto: “…durante diez
años se implementaron 9 reformas fiscales y la presión tributaria con respecto
al Producto Interno Bruto quedó prácticamente estancada”. Diez años quiere
decir 2002-2012, o sea, dos años de gobierno de Hipólito y ocho años de
gobierno de Leonel. El ex presidente reconoce que en materia fiscal fracasó,
porque después de tantas reformas hechas, sobre todo en sus dos últimos
gobiernos, la presión tributaria se mantuvo intacta. ¿Y para qué se hicieron
las reformas? ¿Cómo es posible que 9 reformas no elevaran la presión
tributaria? Ese es un fracaso que Leonel admite incluso sin darse cuenta,
porque al decir eso su interés se centraba en justificar la décima reforma.
5. En el primer párrafo de la cuarta página de su
discurso, Leonel dice que la presión tributaria pasó de 16% en el 2007 a 12.7%
hoy. O sea, durante su mandato el gobierno se desplumó. ¿Por qué sucedió eso
después de tantas reformas tributarias? En su discurso Leonel no explica nada.
6. Más adelante Leonel dice que la República Dominicana
es uno de los países con menor carga tributaria del mundo y que tanto en
Estados Unidos como en algunos países de Europa y América Latina la carga
tributaria es alta, incluso en algunos de ellos supera el 40%. A partir de esos
datos, el ex mandatario nos dice que el Estado de la República Dominicana debe
tener más dinero. Perfecto. Estoy de acuerdo con él. El Estado debería captar
el 40% del PIB para atender las necesidades sociales y económicas del pueblo,
necesidades que no es tarea de los empresarios satisfacer. Pero lo que Leonel
no dice es que el aumento de los ingresos públicos no tiene que hacerse a costa
del pueblo, sino que puede hacerse a costa de los ricos. Nadie que sea de
izquierda propone recortar el gasto público, sino aumentar los ingresos del
Estado, pero no afectando al pueblo, como quiere el actual gobierno, sino a
quienes ganan mucho dinero y a quienes evaden impuestos, que son principalmente
los grandes empresarios, pues la gente que trabaja no puede evadir el impuesto
a su salario o a su ingreso cuando compra. El pueblo no le da dinero
directamente al gobierno, sino a los empresarios, que le recortan la renta
salarial y le cobran los impuestos indirectos. Éstos le deben enviar ese dinero
al gobierno. Muchos empresarios también evaden parte de la renta sobre sus
ganancias. Algunos estudios consideran que la evasión alcanza un
25% en el caso del ITBIS y entre 35% y 49% en el caso de la renta.
7. Otra maniobra de Leonel consiste en decir que un
déficit fiscal no equivale a un fraude fiscal. Por supuesto que no. Puede haber
déficit sin fraude. Lo que Leonel obvia es que quienes hablan de fraude no se
refieren al déficit fiscal, sino al robo del dinero público, robo que puede
darse con déficit o con superávit fiscal. Tratar de tapar la corrupción
diciendo que todos los gobiernos tienen déficit y que eso no es robo, es
realmente deplorable. Leonel le dedica toda la página cinco de su discurso a
machacar es idea. Y pone datos de otros países. Eso significa que intenta
confundir. Es cierto que mucha gente critica el déficit fiscal, pero la
denuncia penal puesta por Guillermo Moreno no es por el déficit sino por la malversación de fondos públicos.
8.
La peor parte del discurso de Leonel es aquella donde
trata de explicar el déficit de 187,000 millones de pesos. Veamos:
a)
Leonel dice, en las páginas 7 y 8, que la recaudación
del gobierno fue menor a la estimada en el Presupuesto de 2012 por un monto de
40,000 millones de pesos, que el gobierno pagó 49,000 millones para
recapitalizar al Banco Central por la crisis de 2003-2004 y que el subsidio al
sector eléctrico se estimó en 11,000 millones y resultó de 51,000 millones.
Entonces él suma 40,000, 49,000 y 51,000 y obtiene un resultado de 141,000
millones, cuando el resultado real es de 140,000 millones. La diferencia no es
despreciable, pues se trata de mil millones de pesos, que equivalen a 25
millones de dólares. Con ese dinero se puede hacer mucho en una campaña
electoral. Y si se usa para fines personales, pues ni hablar.
b)
Pero lo peor no es el error de los mil millones de
pesos, sino el enredo que Leonel hace con las cifras que maneja. En el
Presupuesto de 2012 se consignan 111,687 millones de pesos para pagar la deuda
externa e interna. Una parte de ese dinero se destinaría al Banco Central, cuya
capitalización anual se realiza, como dice el propio Leonel, “con recursos proveniente de las recaudaciones fiscales y mediante la emisión de certificados
de depósitos que realiza la propia institución bancaria”. Como las
recaudaciones fiscales se estiman en la ley de Presupuesto, no es correcto
decir que para capitalizar al Banco Central hubo que destinar 49,000 millones
de pesos que no estaban contemplados. ¿No se contempló esa cifra, que equivale
a 1,225 millones de dólares? Si así fue, entonces el Presupuesto estuvo muy mal
diseñado. O a lo mejor ese dinero no fue a parar al Banco Central. Eso debería
investigarse.
c)
Si se estimó un subsidio de 11,000 millones de pesos a
la electricidad y al final el subsidio será de 51,000 millones, el gasto
adicional será de 40,000 millones. Pero Leonel pone los 51,000 millones como un
gasto adicional, como un gasto no previsto. Es claro que hay 11,000 millones de
pesos, o sea, 270 millones de dólares, que no se sabe en qué se gastaron.
Además, ¿cómo es posible que el Presupuesto asigne 11,000 millones para
subsidiar la electricidad y el monto real sea de 51,000 millones? La diferencia
es demasiado grande ¿Y qué se hizo con ese dinero? ¿Por qué no se soluciona la
crisis energética?
d)
Leonel dice que en el Presupuesto del año 2012 se
estimó una recaudación de 360,000 millones de pesos y que solo se recaudaron
320,000 millones, o sea, faltó por recaudar 40,000 millones. Pero no dice a qué
se debió esa mala proyección. Si el PIB no se desplomó, cómo se explica esa
menor recaudación. Leonel se conforma
con decir que se recaudó menos de lo estimado, como si eso no significara nada
y no mereciera una explicación.
e)
Después de sumar 40,000 de la menor recaudación,
49,000 de la capitalización del Banco Central y 51,000 del susidio al sector
eléctrico, suma que le da 141,000 millones, en vez de 140,000, Leonel se
pregunta dónde están los otros 46,000, para llegar al déficit de 187,000. Él
mismo se contesta cuando dice que “se invirtieron en proyectos y en áreas
institucionales previstas en el presupuesto y aprobadas por el Congreso
Nacional”. Curiosa respuesta. Primero, no son 46,000, sino 47,000. Segundo,
como estaba previsto dónde se invertiría ese dinero, el mismo no constituye un
gasto adicional. ¿Por qué Leonel lo puso como parte del déficit si él mismo dice
que quitando los pagos al Banco Central y a la Corporación Dominicana de
Electricidad, el Presupuesto tendría un superávit de 12,000 millones? No tuvo
ese superávit porque según Leonel la recaudación fue menor en 40,000 millones.
Si así fue, entonces el déficit debió ser de 28,000 millones. Pero él está
metiendo 46,000 millones que se sabía en qué se gastarían. El enredo no puede
ser mayor. Otros 7,000 millones de pesos no se sabe dónde fueron a parar. Esa
cifra sale de restarle a los 47,000 que se necesitan para llegar al déficit de
187,000, los 40,000 que no se recaudaron.
9.
Hay unos 57,000 millones de pesos que Leonel no puede
justificar: 1,000 de la mala suma, 38,000 de la capitalización del Banco
Central (Albizu dice que el banco no ha recibido 11,000 sino 49,000 mil),
11,000 del subsidio a la electricidad y 7,000 de los 46,000 que según él se
tenía previsto en qué gastar. Estamos hablando de 1,420 millones de dólares.
Esa cifra da miedo.
Augusto Sencion
Economista
14 de noviembre de 2012